lunes, 12 de septiembre de 2011

Guia de Lectura I

1.     Principales características de la comunicación oral y de la escrita:

La escritura hace posible una comunicación diferida y a distancia, esto implica la necesidad de representarse mentalmente al destinatario. En la comunicación oral cara a cara existe retroalimentación, el Feed-back propio de la interacción; un gesto puede bastar para indicar desacuerdo o incomprensión por parte del receptor y mover al emisor a rectificar el mensaje para adecuarlo a la comprensión de su interlocutor. En cambio en la comunicación escrita como no existe un contexto compartido o situación compartida, el lenguaje solo debe hacerse cargo de la eficacia comunicativa del mensaje. Por este motivo el lenguaje escrito tiene una riqueza léxica mayor que el oral y una sintaxis más completa.
La persona que escribe dispone de tiempo para pensar lo que dice, elegir los términos más apropiados, planificar que va a decir después, volver atrás, releer, corregir, tachar.
 
2. Esquema de comunicación oral de Román Jakobson, dando un ejemplo donde aparezcan todos los componentes de ese esquema:




Ejemplo:
En el ingreso a la Universidad de Palermo se realiza un auditorio
donde informan a los alumnos acerca de sus reglas y normas a respetar. El emisor es un representante de la Universidad, los destinatarios son los alumnos ingresantes que están en el auditorio. El contexto es el ámbito Universitario, el contacto es en vivo y el código castellano.
3. Relación del emisor y el receptor en la comunicación escrita. (Tener en cuenta este tipo de vínculo al momento de generar los textos para el blog):
La comunicación escrita, no puede ser reformulada o refutada, es decir que no existe un “ida y vuelta” entre el emisor y receptor. Como consecuencia de esto, el emisor no tiene presente al receptor cuando escribe, tiene que construirlo. El escritor escribe en determinadas circunstancias y el lector lee en otras, y cada uno de ellos imagina y construye a su interlocutor.
    
4. Definición de código, según los autores. Aportes principales de los 4 códigos entre escritor y lector en la comunicación escrita:

Los códigos:
Un código es un conjunto ordenado de conocimientos compartidos que se activan en el intercambio, tanto al escribir como al leer. Existen códigos compartidos por toda una comunidad, como es el caso de las lenguas, y hay códigos mas restringidos, compartidos por grupos menores.
Tipos de códigos:

Sociocultural:
Abarca los conocimientos acerca del mundo que el escritor y el lector tienen y que pueden provenir de la experiencia directa o de otros textos. Este código provee los marcos de referencia para la escritura y la lectura, los referentes sobre los que se escribe y se lee. El escritor maneja su marco de referencia y el lector, el suyo.

Ideológico:
Contiene los sistemas de creencias y de valores que manejan tanto el escritor como el lector, y que proyectan sobre los textos que leen o escriben. Se incluyen en este código tanto las teorías como las creencias que forman parte del “sentido común”.

Retórico:
Se refiere a los conocimientos que tienen los hablantes acerca del discurso, es decir, de los distintos usos del lenguaje.

Lingüístico:
Contiene los conocimientos acerca de la lengua que tienen los usuarios, desde la fonética hasta el conocimiento léxico y gramatical. En el caso de la lengua escrita, se agrega el conocimiento de la ortografía.

5.    Relación del mensaje escrito respecto de la lectura del mismo. Tomar una postura crítica, opinando acerca de las diferentes teorías sobre la lectura del texto escrito:


Tradicionalmente, se sostenía que el mensaje escrito, el texto, era el producto de la actividad del escritor y que, por lo tanto, era éste quien fijaba su sentido. Según ésta teoría, existían lecturas correctas e incorrectas, en función de su ajuste al sentido del texto del autor. Como reacción a esta teoría, surgió otra, opuesta, que afirma que no existe un único texto ni un sentido fijado para siempre, que sólo existe un artefacto desprovisto de sentido hasta tanto no sea leído.
En medio de estas dos teorías se ubica la de Umberto Eco en “Lector in fabula”, dónde propone entender el texto como una construcción compartida entre escritor y lector, como fruto de la “cooperación” entre ambos. Eso afirma que el texto es incompleto hasta que la actividad del lector le da sentido.
Hay textos mas cooperativos que otros, los mas cooperativos son textos que preveen una determinada competencia en su lector y se ajustan lo más posible a ese calculo, a estos Eco los llama “textos cerrados”, porque orientan la lectura en un sentido y a diferencia de estos están los “textos abiertos” que son los que admiten una cierta diversidad de interpretaciones.
Así como hay textos más cooperativos que otros, textos más abiertos y más cerrados, también el lector puede ser más o menos cooperativo: puede ser obediente y ajustarse al programa de lectura inscripto en el texto, o bien rebelarse.


En mi opinión personal,  concuerdo con lo que dijo Eco  afirmando que el texto es incompleto hasta que la actividad del lector le da sentido, cada uno puede interpretar la lectura de diferentes puntos de vista, siempre y cuando estemos interpretando lo que el escritor nos quiere transmitir.

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